lunes, 20 de abril de 2009

Para Carlos Ruiz Zafon

Hace tiempo que leí La sombra del viento, pero todavía siento el aire barcelonés rozando mis mejillas, en ratos soy Julián, a veces pienso como Daniel, en las noches Clara me persigue, me siento acosada por Fumero y utilizo la lógica de Fermín, siento celos de Beatriz, y me identifico con Nuria. No sé dónde sacó el hilo para hilvanar esta historia tan perfecta que me ha llegado muy al fondo de mi opaco corazón, pero debe haber mucho de eso en su vida, amores frustrados, amigos infalibles, un corazón amargo y una maldad corrosiva; o tal vez le pasó como a mí, que no fue bendecido con simpatía y amigos y simplemente ideaste una historia donde entre tanto dolor y oscuridad, resurgiera a lo lejos una débil pero deslumbrante llama de amistad. El caso es que combinó las dosis perfectas para crear una historia que se quedara para siempre con los lectores. Esta historia mágica donde el más importante protagonista es un tipo de amigo al que sí puedo tener acceso y si le caigo bien: un libro, ese misterioso ente que se transforma en barco, avión o tren para llevarme a los lugares más recónditos, desafiando el tiempo, la memoria y las leyes naturales. Al adentrarme en esta historia pude sentir un escalofrío que me erizó los vellos, pude sentir la emoción del primer amor, las puñaladas traicioneras de los celos, la impotencia de no poder cambiar el pasado, y al final sentí mis lagrimas corriendo por mi rostro. Sin darme cuenta, dejé un pequeño trozo de mi alma entre esas páginas, donde se desenvuelve con la mayor naturalidad la eterna danza entre el bien y el mal. Sentí una gran familiaridad con Julián, sentí un nudo de odio en el pecho, me sentí malvada y con ganas de matar a todos, pero también sentí el amor incondicional a los libros, un apego irreal a la magia que irradian, sentí envidia de Daniel por tener a Fermín, sentí coraje por no conocer el Cementerio de los libros olvidados… Además de tantas emociones desbordadas este libro me dejó como moraleja que el odio es más motivante que el amor para salir adelante, que los libros nos eligen y no nosotros a ellos, y que los sugus de limón pueden curarlo todo. En fin, un libro exquisito, lleno de insania, misterio y amor, e inevitablemente divertido.

1 comentario :

El sereno de los faros dijo...

gracias por el paseo por mi espacio. Mujer "rara como encendida" como dice el tango los mareados...
Me encontré con tu opinioón de Zafón. Me atreveré a leer algo de ´´el.

beso,