viernes, 18 de marzo de 2011

Desolación


Estoy leyendo “Los hornos de Hitler” y francamente estoy desolada. Ese periodo tan vergonzoso de la historia me hace pensar en la maldad humana como algo sin límites, donde la realidad supera la ficción y no puedo entender como las personas pueden ser inmunes al dolor, provocar sufrimiento sin sentir un ápice de culpa o compasión, realmente no lo entiendo cómo se puede hacer tanto daño deliberadamente.

Esa maldad no solo se encuentra en ese episodio de la historia, en estos tiempos también veo a la humanidad fuera de control, con la bestialidad aumentada y la humanidad escondida. Veo a mi país desmoronado por la violencia, el desempleo, la corrupción, la injusticia. Los pueblos que antes eran pintorescos y tranquilos, ahora son el refugio de alimañas dedicadas al crimen organizado; hay familia destrozadas, niños huérfanos, victimas de secuestro y extorsión que viven con miedos y traumas; personas que han perdido el patrimonio de toda su vida a causa de robos; la población está temerosa, ahora se resguardan temprano en sus hogares por miedo a que les toque una balacera o que una granada explote cerca de ellos; pequeños comerciantes están cerrando sus negocios y pensando que harán ahora para subsistir.

Igual que en esos tiempos de posguerra, ahora también pasamos por una crisis muy profunda, no solo económica, sino de tranquilidad, de valores, de empatía, de seguridad y sobre todo de humanidad. Lo más preocupante y triste es que muchas personas que antes solían tener una vida tranquila y optimista, a causa de estos acontecimientos, se han convertido en personas llenas de odio y sed de venganza. No sé de qué manera va a terminar este ciclo tan terrible, pero ahora creo que es tiempo de defender nuestra dignidad, no sé si con educación, con premios y castigos, o con armas, pero no podemos quedarnos con los brazos cruzados.